Cineterapia: La dolce vita


Creo que lo que más me sorprendió de este film fue ver con qué fidelidad refleja el espíritu pervert cuando han pasado más de 40 años desde su estreno.

Se trata de una serie de episodios que trancurren en Roma, en la época de la posguerra y tienen como nexo de unión al periodista del corazón Marcello. Él será testigo de los devenires de las noches de la alta sociedad italiana, disfrutando de todo tipo de atenciones entre las féminas, aunque sin mostrar demasiado entusiasmo ni por ellas ni por su trabajo. La película es el reflejo de muchas fiestas, algunas deliciosamente absurdas como en la que hacen espiritismo, o esa en la que se cuelan en casa de un amigo. En otros casos, se bordea la frontera del realismo con elementos irreales o altamente improbables.



Aunque carezca de un argumento convencional como tal, la sucesión de episodios y la evolución de Marcello tras cada uno de ellos, dicen más acerca del mismo que lo que podrían lograr muchos diálogos. La interpretación de Mastroianni ayuda a modelar a un personaje complicado.

En fin, podría pasarme horas y horas hablando de todos los detalles que me han gustado. Sólo una curiosidad más, uno de los personajes Paparazzo, fue el que dio nombre a la profesión de paparazzi.

Situación recomendable: Si mañana os despertais con arrepentimiento de algo de la noche anterior o simplemente os encontrais un monstruo marino que no os deja de mirar.

Más información:
La dolce vita (IMDB)
La dolce vita (El criticón)

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