Fin de semana en Barcelona


Ya estoy de vuelta, cansada, con unos cuantos comics más en la maleta, y ganas de trabajar, vueno eso dentro de un ratito.

La impresión que me llevo de Barcelona es que es una ciudad muy bohemia, el lugar ideal para conseguir algo de inspiración, donde siempre hay cosas que hacer. Sería dificil resumir todo lo que ha sido todo el fin de semana así que ahí van algunas de mis impresiones.

Esta aventura tiene su inicio en el barrio de Gràcia donde los bares permitian desde cenar crêpes a beber combinados en un mismo espacio. Cenamos un crêpe delicioso en un bar del cual me vais a perdonar que no recuerde el nombre. La noche continuó en un bar llamado Eldorado (donde repetiríamos la noche siguiente) y me hicieron ver que la receta de uno de mis chupitos favoritos no es exclusiva de esta ciudad.

El sábado por la tarde deparó una visita al parque Güell donde algunos grupos ofrecian actuaciones en directo aprovechando la acústica de las obras de Gaudí. De entre los rincones que más me sorprendieron del barrio gótico de la ciudad está el claustro de la catedral, un rincón bastante hermoso y dominado por los gansos. Casi por casualidad, también conocimos la leyenda de Sant Jordi patrón y razón de la festividades ese lunes.

El domingo visitamos el 25º Salón Internacional del Comic y la verdad es que para no ser una experta en el género abandoné el recinto con unas cuantas compras. La primera, Bok Redux, una recopilación de las tiras cómicas de Bok, del que ya he hablado alguna otra vez en el blog. Lo he ido leyendo en el vuelo de vuelta y me ha encantado porque iba comentando las tiras cómicas. También me he comprado unas cuantas historias gráficas en versión original sobre vampiros y un manga de Blood por seguir con el tema.

El domingo por la tarde fue el momento de ir a disfrutar de la playa, y ya hoy lunes por la mañana visita a la Sagrada Familia y al hospital Sant Pau, un ejemplo realmente curioso del modernismo catalán y relativamente desconocido.



Bueno, eso es lo que dieron estos tres días de sí, y también hasta donde mi tiempo para escribir y memoria de pez pueden llegar (espero poder volver para seguir descubriendo más cosas de la ciudad). Vuelvo en parte agotada, y en parte llena de energía para sacar por delante todo lo que me queda por delante. Y con ideas para unos cuantos post más.

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